Hemos leído con interés la magnifica revisión de Ordovás et al1 recientemente publicada en su revista y el editorial del mismo autor2 sobre los nuevos anticoagulantes orales dabigatrán y rivaroxabán. Como queda bien reflejado, en el momento actual la indicación de dabigatrán etexilato es la prevención de la enfermedad tromboembólica venosa en pacientes adultos sometidos a cirugía de reemplazo de cadera y/o rodilla, siendo la prevención de la enfermedad embólica en pacientes con fibrilación auricular y el tratamiento y profilaxis secundaria de la propia enfermedad tromboembólica venosa motivo de actuales ensayos clínicos. En el apartado de distribución del fármaco se especifica que ni dabigatrán ni rivaroxabán necesitan ajuste posológico por peso corporal, si bien, la experiencia clínica se limita a pacientes con pesos entre 50–110kg. Nosotros hemos tenido la oportunidad de utilizar dabigatrán etexilato para el tratamiento de una trombosis venosa profunda recurrente en una paciente con obesidad mórbida y nos gustaría comentar la dosis utilizada y su evolución clínica.
Se trata de una mujer de 50 años de edad con obesidad mórbida (peso 105kg, talla 155cm e IMC de 43) y con antecedentes de trombosis venosa profunda de repetición con estudio especial de coagulación en el que se objetivó cuadro de hipercoagulabilidad secundaria a elevación del factor VIII, para la que seguía tratamiento anticoagulante con acenocumarol. Ingresó en Dermatología por lesiones cutáneas ampollosas generalizadas con biopsia cutánea compatible con eritema polimorfo que se atribuyó al tratamiento anticoagulante. Tras valoración por el servicio de alergología, se aconsejó su retirada y su no reintroducción. Se indicó tratamiento con heparina de bajo peso molecular (bemiparina: 10.000UI/día) desarrollando importantes hematomas dolorosos en el sitio de la administración, motivo por el que se suspendió. En esta situación, se solicitó el tratamiento como uso compasivo con dabigatrán que fue autorizado. La dosis empleada fue de 150mg/12h que es la que está siendo estudiada para el tratamiento de la enfermedad tromboembólica venosa y para la profilaxis de eventos embólicos en pacientes con fibrilación auricular3. Tras 9 meses de seguimiento no se han observado efectos secundarios, manteniendo normales las cifras de transaminasas, no habiendo presentado nuevos eventos trombóticos venosos.
Aunque es necesario esperar a los resultados de los ensayos clínicos, el caso que presentamos sugiere la eficacia de la dosis de dabigatrán empleada en los ensayos para el tratamiento y prevención secundaria de nuevos eventos trombóticos (150mg/12h) en pacientes con obesidad mórbida.