Con la fuerza de nuestros socios seguiremos muchos años más1. Así acababa la editorial conmemorativa de la primera década de uno de los grupos de trabajo de referencia para la profesión farmacéutica hospitalaria en España, el VIH-SEFH. En este, el año del 25 aniversario del grupo, el escenario ha cambiado, el manejo de la enfermedad es completamente diferente, el perfil de los pacientes también y hasta el propio sistema sanitario. En realidad, el mundo en su totalidad es otro del que conocíamos a principios de siglo. ¿Acaso no contábamos con ello?2 Tal vez no acertamos en algunas de nuestras predicciones y palabras que son ya hoy parte de nuestra jerga habitual (estratificación, entrevista motivacional, telefarmacia, etc.) no formaban parte de los protocolos de trabajo, procedimientos internos y metodologías que hemos usado anteriormente. Daba igual. Para este grupo el inconformismo asistencial y el liderazgo profesional han sido las señas de identidad clave y el motor en las que asentar su avance. Afrontar esos cambios ha precisado que los cimientos sobre los que nos apoyábamos cayeran para que otros más fuertes los remplazaran3. La gestación y el alumbramiento de algo mejor ha requerido el olvido de lo que nos resultaba más familiar, pero que ya no era suficiente. Las inquietudes del pasado han sido fundamentales para la evolución del colectivo, incluso para su propia supervivencia. Quedarse inmóvil hubiera sido no solo perjudicial, sino el detonante para la disolución del grupo4,5. Era fundamental avanzar y el camino que hemos recorrido nos ha acercado a los estándares de la atención farmacéutica más actual.

La trayectoria del grupo, en sus 3 ámbitos de trabajo: docente, investigador y asistencial, habla por sí sola. Pero cierto es, no podemos confundir trayectoria con excelencia, ni siquiera tiempo invertido con aptitud optimizada. Para este grupo, por motivos obvios, sí es posible afirmarlo.

Comenzando por la docencia, que ha sido uno de los pilares fundamentales desde siempre. Así, en los 25 años de vivencia del grupo, nunca hemos fallado a nuestras jornadas anuales, persistentes de forma virtual incluso en lo más duro de la pandemia de COVID-19. Por las mismas han pasado miles de profesionales, muchos de ellos todavía en periodo de formación FIR y que han servido de vía de transmisión de los conocimientos más destacados generados a lo largo de todos estos años y de fuente de inspiración para las mejoras a nivel individual y colectivo, fomentando la posibilidad de estrechar lazos de unión entre generaciones y diferentes profesionales.

Mucha de esta información compartida en las jornadas ha sido la generada en los más destacados proyectos de investigación que ha liderado y desarrollado el grupo a lo largo de toda su existencia, particularmente destacamos, los trabajos multicéntricos. En este cuarto de siglo estudios como el POINT6, MAS-VIH7, DISPIMDINAC8 u otros de gran relevancia han servido para demostrar no solo la fortaleza y la unión del colectivo, sino sobre todo, y más importante, la mejora de los resultados en salud que la farmacia hospitalaria ha aportado a los pacientes y a la asistencia sanitaria en general9.

Cuando los profesionales más avanzados deciden, además, aprovechar el talento y las alianzas, tanto internas como externas, la profesión está destinada a mejorar sus habilidades y capacidades. Si, además, a estas mejoras les ponemos y exigimos los más altos estándares de calidad, el éxito está garantizado y eso es lo que se ha conseguido en el desarrollo de múltiples guías (estratificación, indicadores de calidad, adherencia, desprescripción, etc.) generadas a lo largo de todos estos años10,11.

Estamos orgullosos, además, que nuestro grupo haya servido de espejo para que otros hayan evolucionado a nuestra imagen y semejanza. Aunque no todo pueden ser buenas noticias o un futuro prometedor. Somos conscientes de que la patología ya no atrae a los jóvenes tanto como en épocas anteriores, ni los recursos humanos, materiales, económicos, son los mismos, probablemente sean incluso menores. Pero en esta nueva etapa que estamos viviendo, en la que, por una parte, el envejecimiento de los pacientes es cada más palpable y, por otra, las nuevas tecnologías y el entorno dual de atención es ya una realidad, la aportación del farmacéutico especialista es cada vez más necesaria, por lo que aquí sigue habiendo mucho campo de trabajo y desarrollo profesional para las generaciones venideras.

Por último, queremos agradecer en estas líneas a los grandes profesionales que han pasado por este grupo, algunos de ellos grandes referentes para la profesión. Todos ellos han dejado su sello y han aportado su granito de arena para que el grupo se haya mantenido plenamente vigente y pleno en aportación de valor, transformando la atención y afrontando los retos que nos han permitido llegar hoy a la que es sin duda, la era de la optimización de la farmacoterapia en el manejo del paciente que vive con infección por VIH. Y también, reconocer y destacar en estas líneas el trabajo realizado juntamente con otras sociedades científicas (especialmente GEsida y SEIsida), instituciones gubernamentales (Plan Nacional del VIH-SIDA) y asociaciones de pacientes (Apoyo positivo, Adhara, CESIDA, GTT, etc.). Hemos aprendido de todos, hemos disfrutado de las experiencias vividas y hemos hecho reflexiones y autocrítica a la luz de vuestras aportaciones. También reconocer a la industria farmacéutica por su apoyo al grupo en sus diferentes proyectos puestos en marcha a lo largo de este cuarto de siglo.

Ahora ya no nos gustaría seguir muchos años más. Todo lo contrario. Nos gustaría que el grupo se acabara y dejará su legado para la historia. Eso sería señal inequívoca de que esta enfermedad, tan letal al principio como cronificada después, ha tocado a su fin. La curación habría llegado y todo el trabajo se hubiera ya realizado. Mientras tanto, que las generaciones presentes y futuras cuenten que este grupo transformó la atención farmacéutica, afrontó todos los retos que se pusieron por delante y siguió reafirmando el compromiso mientras tuvo que hacerlo. Ha sido emocionante lo vivido, pero más lo será sin duda, lo que nos queda por vivir. Con la fuerza de nuestros socios, lo lograremos.